ANÁLISIS EVERTON - MANCHESTER UNITED

Esta tarde de domingo en Goodison Park, el Manchester United de Louis Van Gaal podría haberse colocado segundo en clasificación de la Premier League si hubiera ganado al conjunto del español Roberto Martínez, el Everton. Por desgracia para los Red Devils no fue así y los locales se impusieron con un contundente 3 a 0 –goles de James McCarthy, John Stones y Mirallas-.

ONCE INICIAL Y CON EL QUE ACABARON LOS EQUIPOS

El conjunto local salió con el esquema 1-4-1-4-1. Defensa de cuatro formada por los centrales John Stones -goleador de la tarde- y Jaglielka y los laterales Baines y Coleman. Barry fué el pivote. En la línea de cuatro adalentada actuaron Barkley y McCarthy -autor del primer gol- por el centro y Osman y Lennon -que fue un puñal para la defensa rival- por las bandas. Como único delantero actúo Lukaku -que peleó todos los balones y puso en apuros a los centrles del United en más de una ocasión-.



Everton: Entró Mirallas -autor del tercer gol- por Osman. Koné entró por Lukaku y Naismith substituyó a Barkley -que anuló a Blind-.

Manchester United: Falcao cogió el relevo del BELGA Fellaini, Di María entró por Juan Mata -que no paró de trabajar en defensa- y por último el holandés Van Persie substituyó al inglés Rooney.






Una de las bazas para ganar que hoy utilizó el Everton fueron las transiciones defensa - ataque rápidas atacando espacios libres o previamente generados -ante la baja presión del United- y se releja claramente en la posesión del balón (33% - 67%) favorable a los visitantes, aunque en zonas donde no incomodaban al local.





El partido se le puso de cara nada más empezar –a los cinco minutos del inicio de partido- con el gol de James McCarthy, gracias a una transición ofensiva rapidísima que culmino el Everton con un poco de fortuna, jugada que se produjo tras un centro al área del United. Durante los primeros minutos hubo varias acciones similares a las del gol, provocadas por la escasa presión de los jugadores visitantes una vez perdían el balón, dejando mucho tiempo para pensar al portador del balón y propiciando que el conjunto de Roberto Martínez aprovechara los espacios para llegar al contraataque a la portería de David De Gea –que estuvo un poco dubitativo en las salidas y complicó más de una vez a sus centrales-.




El segundo gol lo marcó con la cabeza John Stones a la salida de un corner que centro Baines des del perfil izquierdo del portero español David De Gea. Apareció libre de marca en el primer palo y remato girando la cabeza para batir al portero, gran gol. A la media parte en Goodison Park se llegó con 2 a 0 en el marcador. El holandés Louis Van Gaal quiso reaccionar e introdujo el primer cambio, Radamel Falcao –que dispuso de pocas ocasiones y tuvo poca repercusión en el juego del equipo- que entró por el belga Fellaini –en mi opinión, erró en el cambio-. 

Ya en el minuto 74 marcó Mirallas para sentenciar el partido –que había entrado al campo en el minuto 68 substituyendo a Osman-. La defensa estuvo ingenua en el gol, protestando u fuera de juego posicional de un jugador del Everton, –que no intervino en la jugada- Mirallas fue el más listo y se plantó solo frente a De Gea, no perdonó.

El Manchester United tuvo serios problemas en salida de balón, –Roberto Martínez le ganó la batalla a Louis Van Gaal- ya que el Everton tapo a Blind y para ahogarle con mucha presión –trabajo realizado por el joven Barkley, que acabó desfondado-.



El visitante tuvo que recurrir en muchas ocasiones al balón largo sin sentido –una buena solución hubiera sido utilizar a Fellaini para bajar balón en zona adelantada y controlar la caída del balón para crear jugada ofensiva en campo contrario, variante que ha sido muy utilizada por Louis Van Gaal-. Tambien ha bajado el español Ander Herrea –no muy lúcido en el día de hoy- para ayudar a sacar el balón limpio des de atrás y por el césped, pero aun así, le costó mucho.



La presión del Everton fue clave para conseguir los tres puntos frente al United, los locales pusieron una intensidad bárbara y se llevaron el 90% de los balones divididos. La defensa estuvo compacta en todo momento creando superioridades en todas las zonas del campo, evitando que se produjeran desbordes por banda con posteriores centros peligrosos ni internadas por dentro del bloque defensivo –idea de juego de Louis Van Gaal-.



Le faltaron variantes a Louis Van Gaal, que practicó un juego muy previsible:

  • Juego en amplitud: 

Pases en la misma línea de influencia, rompiendo en muy pocas ocasiones por dentro del bloque defensivo del Everton –circumstancia también provocada por la alta intensidad táctica del local-. Los centrales locales –Stones y Jaglielka- no dejaron que el delantero o jugadores avanzados pudieran recibir en apoyo, saliendo de su zona de influencia en muchas ocasiones evitando que se giraran y tan solo pudieran tocar de cara al compañero.

  • Juego estático de los laterales:


Durante el partido hubo incorporaciones de los laterales, pero no fueron por sorpresa, no fueron apariciones. Crearon amplitud estática por lo que en vez de crear espacios por los que poder sorprender, los cerraron, facilitando la labor del bloque defensivo y de los laterales del Everton –Baines y Coleman-.



  • Juan Mata, mucho trabajo sin premio: 


El asturiano trabajó como el que más, pero en una demarcación en la que no se siente muy cómodo –muy escorado en banda- y en la mayoría de ocasiones en labores defensivas. Acabó desfondado y substituido por el argentino Di María a la hora de partido.


Con este resultado el Everton de Roberto Martínez se coloca decimo en clasificación, mientras que el United de Louis Van Gaal se baja hasta la cuarta posición de la Premier League.



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