Una de las bases de la escuela holandesa: El tercer hombre

Antes de empezar cualquier tipo de explicación, dejo una frase famosa de Juanma Lillo, del que debemos aprender mucho:

“No toques si no buscas generar nada. Tocar para superar líneas. Buscar el tercer hombre y la segunda acción (dejar de cara); dejar al más alejado. Generar superioridades en la línea siguiente. No tocar lateralmente si no provocas nada…”.


Es un concepto ampliamente conocido y trabajado, estandarte de la escuela holandesa, el gran Ajax y posteriormente representada en su máximo esplendor en el FC Barcelona primero de Frank Rikjard y luego por Pep Guardiola. El principal objetivo del tercer hombre, no es otro que encontrar a un jugador en posición avanzada en relación a la pelota –nuestra referencia ofensiva-, una vez se juega con el, la idea es que se apoye con el jugador que esté al frente del juego y con ello ir superando líneas y creando superioridades en diversas zonas como manera de progresar.



Nos explica Pep Guardiola, actual entrenador del Bayern de Munchen:

“Es buscar a quien está al frente, tocar al frente y abrir. Cruyff me decía: cuando usted tenga la pelota, busque al jugador más adelantado. Romario o Laudrup si juega, el más profundo…”

“¿No hay espacio? Juegue aquí, juegue al lado. Pero la primera cosa que usted debe mirar, es si puede jugar al frente, lo más adelante, porque así, además de estar atacando, evitamos millones de contra ataques”.


El equipo que está en fase ofensiva debe intentar progresar con el pase hacia delante –el objetivo primordial es meter más goles que el rival-, minimizando las problemáticas de una posible pérdida de balón y el posterior contraataque del equipo rival. En cambio, con el pase lateral, a un compañero de la misma línea, potenciaríamos más los peligros del contraataque además de no progresar. En muchas ocasiones, el trabajo del tercer hombre será como el tradicional pivot de baloncesto, recibir de espaldas a portería y soltar de cara.

Observamos un pase hacía el frente, evitando la posibilidad de que puedan robar y contraatacar, a demás de romper la primera línea de presión. 

EXPLICACIÓN TEÓRICA

La situación del tercer hombre, se resume de la siguiente manera:

Es cuando el jugador (A) que es el poseedor del balón, busca a un compañero (B), que está marcado por un rival y por lo tanto no podrá recibir, por lo que se va y arrastra a su marcador. Otro compañero (C) baja a recibir el pase de (A) y recibe (C) y devuelva hacía (A). El jugador (B), que se había ido arrastrando a su marca, vuelve sin ella, ya que el rival que lo estaba marcando se ha quedado mirando el balón –(B) no estaba en la influencia de balón ni la jugada- de esta manera (B) ya puede recibir.

Se basa en un triángulo de apoyos, creando superioridades, base del fútbol holandés.

Ejemplo que pone Xavi Hernández jugador del FCBarcelona:

"El tercer hombre es imposible de defender, imposible… Te explico lo que significa. Imagina a Piqué queriendo jugar conmigo, pero yo estoy marcado, tengo un marcador encima, un tío muy pesado. Bien, pues está claro que Piqué no puede pasármela, es evidente, con lo que yo me aparto y me llevo al marcador conmigo. Entonces, Messi baja y pasa a ser el segundo hombre. Piqué es el 1º, Messi es el 2º y yo el 3º”.



COMO CONSEGUIR SITUACIONES FAVORABLES PARA DESARROLLAR EL CONCEPTO DEL TERCER HOMBRE

Para lograr conseguir situaciones de este tipo, el equipo necesita crear apoyos frontales constantes al portador del balón, creando triángulos o rectángulos de apoyo para crear opciones de recepción de pase. Como ya he comentado antes, con esta circulación de balón, progresamos de manera segura –ya que el jugador que pierde balón, está en buena posición para reaccionar ante la pérdida y evitar un primer pase o el posible avance mediante conducción- y vertical, buscando continuamente la portería rival –objetivo principal-. Debemos evitar algo que hacen muchos equipos al realizar una posesión “estéril”. Piensan en exceso en la seguridad y la circulación del balón, de un lado a otro e incluso en demasiadas ocasiones hacía atrás, con demasiados problemas para progresar al no jugador por dentro. Esta manera de jugar, provoca infinidad de contraataques, además de no crear problemas ni desordenar la defensa rival, ya que con pases laterales, permitimos que el rival bascule con bastante facilidad y ordenado. No hay que olvidar que uno de los objetivos de la posesión del balón, es el de progresar e intentar “romper” por dentro y desordenar la defensa rival, mediante pases interiores, con la intención de ir superando líneas y crear superioridades en diversas zonas del campo.

Oscar Cano comentaba:


“No debes esperar que el rival falle, debes provocar su error”.



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